ENVÍO GRATIS PARA PEDIDOS SUPERIORES A 45 EUROS

Te presentamos a Neta: nuestra VW T3 que se cree hada del destino

¿Qué seríamos si no tuviéramos a nuestra valiente corcel, nuestra Volkswagen T3, VW T3 para los entendidos, Neta para nosotras? Hoy vamos a ocupar el día en contaros la historia de nuestra furgo. Hace ya más de seis años que tomamos unas de las decisiones más importantes de nuestras vidas hasta la fecha: nos compramos la que es, hasta hoy, nuestra casa con ruedas.

Somos conscientes de que la vida es, hoy en día, más difícil todavía y que hará que nos enfrentemos a batallas muchos más duras con el tiempo, pero en aquel momento en el que solo éramos dos jóvenes alocadas, llenas de dudas e incertidumbres y con ganas de recorrer mundo y conocer gente nueva, fue una decisión de vida o muerte. Íbamos a comprarnos una furgoneta con más de 30 años por todo un dineral. ¿Estamos locas o qué? Creednos si os decimos que fue una de las decisiones más duras e importantes para nosotras. Teníamos claro el modelo y tardamos unos seis meses en elegir cuál de entre la oferta que encontramos. Vimos muchas que no nos convencían, y otras más que se nos pasaban del presupuesto que nos habíamos marcado, o mejor dicho y para ser justas, del presupuesto que nos había marcado la financiera (pedimos un crédito para poder comprarla). 

Un crédito para un vehículo de más de 9000 euros y con más de 30 años. Repetimos: ¡estáis locas! O es lo que nos decía todo el mundo, incluidas las aseguradoras y algún que otro amigo mecánico. ¿9000 euros a plazos por hacer que tus sueños se hagan realidad y hacer de tu pasión y lo que más te gusta una forma para ganarte la vida? Está regalao’, no me j***s le podríamos decir actualmente nosotras.

El final ya se intuye ¿verdad? Sí, nos compramos la furgo tan chula de nuestros sueños y la llamamos Neta. Su origen estaba a muchos kilómetros de casa y, después de ver y probar otras tantas, fue la elegida. Era del año 1987, tenía ya su segundo motor instalado y había pasado por más de un propietario. Si os somos sinceras, teníamos dudas de cómo nos iría con ella y de su verdadero estado. Dudas, nervios y miedos, pero dimos en el clavo.

Decir que nuestra furgo no nos ha dejado tiradas por el camino en más de una ocasión sería mentir. Sí, hemos roto muchas veces y para ser sinceras, antes de salir hacia cualquier parte, somos conscientes de que, si a Neta se le mete en su cabeza de parar y romperse, ella manda y vamos a tener que parar por el camino y atender sus peticiones. También tenemos que deciros que, aún con todas esas averías y roturas, menos en una ocasión que tuvimos que posponer la salida un día más tarde (se le murió la batería), siempre hemos llegado a nuestro destino. Nunca nos hemos dado la vuelta, siempre hemos llegado y disfrutado de nuestro viaje de principio a fin. ¿Será nuestra mentalidad?

Estaréis diciendo: “esta gente pilota de mecánica”, pero no es así y os lo vamos a explicar.  Es cierto, que ahora sabemos un poco más de la mecánica de nuestra furgo, de cómo funciona y para qué sirve cada componente, pero eso ha sido después de todos estos años y todas esas salidas en las que hemos tenido que aprender sobre la marcha en cada avería, nunca mejor dicho.  

Cuando algo no ha ido bien en alguna de nuestras salidas con Neta y nuestros conocimientos para salir de esa situación no han estado a la altura, la buena fe de otras personas ha hecho que podamos seguir hasta nuestro destino. Os contamos una situación que recordamos con mucho cariño y que define muy bien todo:

A los pocos meses de comprarnos a Neta nos inscribimos a una quedada camper que se hacía en nuestra provincia. ¡La mejor de todas! No sabíamos de que iba el asunto, pero queríamos descubrirlo por nosotras mismas, así que allí nos dirigimos con todas nuestras dudas e interrogantes. La KDD del Trabuco se llama y, para llegar a ella, hay que subir una pendiente bastante inclinada que seguro que si has estado por allí la recordarás. Son unos pocos kilómetros subiendo una montaña bastante pronunciada. ¿Sabéis qué es lo mejor que nos pasó ese día verdad? El romper nuestra furgo subiendo la dichosa montaña y quedarnos allí tiradas sin apenas cobertura y con nuestros disfraces en una bolsa (había fiesta de disfraces e íbamos preparadas, obviamente). 

la vida camper en kdd el trabuco
De cuando hemos ido a la KDD El Trabuco, pero sin sustos y con más experiencia

Tendríais que ver nuestras caras de desolación cuando se escuchó aquel ruido y empezó a echar humo.  Se nos había roto la bomba de agua auxiliar que lleva nuestra furgo y se había vaciado todo el líquido refrigerante. La situación parecía clara: estamos sin agua y sabíamos que nuestra siguiente llamada iba a ser a la grúa. Rocío, para avisar de que no íbamos, llamó a uno de los organizadores del evento, para contarle que no podíamos ir. Pero la respuesta de Octavio, fue contundente: “No llaméis a la grúa que te mando a un amigo mecánico y le echa un vistazo, y si no se puede, te subimos con un tractor que tenemos aquí. Vosotros venís a la quedada». Flipa.

Y así fue. Bajó Dani con su pareja y grupo de amigos y nos salvó la vida. Hizo una unión magistral con un pequeño tubo de cobre y dos abrazaderas y la fuente de los 100 caños que se encontraba muy cerca, hizo el resto. Además de Dani, nuestro mecánico favorito, decir que cada vez que pasaba alguien que se dirigía a la quedada y nos veía averiadas, paraba para intentar ayudarnos. Flipa x2. Estábamos alucinadas.  No sabemos cómo, pero se había creado una pre-quedada a diez minutos antes de la original, debido a nuestra avería fortuita. Algunas personas nos ofrecieron sus herramientas y conocimientos, otras su asistencia en carretera y otras incluso cerveza y vino. No dábamos crédito. ¿Qué estaba pasando? 

Una hora después de risas, arreglos y conversaciones, habíamos llegado a nuestra primera quedada con nuestra Neta y con todo su circuito refrigerante lleno de agua potable (decir que al llegar a Málaga se cambió el agua por refrigerante especifico y se sustituyó la pieza, no somos tan cafres). No sabíamos ni cómo ni porqué, pero allí estábamos nosotras rodeadas de nuevos amigos que nos habían estado ayudando como si nos conocieran de toda la vida. Desde aquí, si nos estáis leyendo os damos las gracias una vez más y os mandamos muchos recuerdos. Octavio y todo el equipo encargado de organizar esta quedada son personas maravillosas que ojalá os las crucéis en vuestras vidas como hemos hecho nosotras. 

¿Qué creéis que hubiera pasado si no hubiéramos roto? ¿O si hubiéramos llamado a la grúa directamente? Lo sabéis ¿verdad? Pues que no hubiéramos conocido a toda esa gente maravillosa. Nos hubiéramos vuelto a casa para no volver más a esa maldita cuesta sin vivir momentos tan bonitos como los vividos ese día y los días posteriores. Nuestra primera avería, nos hizo entender e interiorizar, en primera persona, ese sentimiento de ayuda y empatía que la vida camper impregna a todas las personas de este movimiento. 

Nuestra furgo nos ha hecho uno de los mejores regalos que te puede hacer la vida. Nos ha enseñado a disfrutar del momento y su gente, aprovechando cada circunstancia que la vida nos da para reír y aprender de ella, ya sea buena o no tan buena. Disfrutar del presente sin tener que preocuparnos por el futuro es una de las condiciones para viajar en una furgoneta antigua. No tendrás que preocuparte si llegarás al sitio a la hora prevista, solo de la música que debes elegir para disfrutar de tu camino y de todo lo que te pase. Sabemos que la vida es imprevisible y querer controlara es un error, si aceptas un consejo, aprende a ser feliz en esa incertidumbre. ¡Eso te dará vida!

Por cierto, nos veremos del 14 al 16 de octubre la KDD El Trabuco, ¿no? 😉

Sobre nosotras

nosotras la vida camper

Hace 5 años no teníamos ni idea de lo que nos esperaba, y nos lanzamos a comprar una furgo con más de 30 años. Empezó a formarse un proyecto de vida que nos ha hecho crecer y conocer a gente maravillosa.